Un joven de 18 años falleció a primera hora de la noche del viernes en el centro de menores Teresa de Calcuta, en Brea de Tajo. El chico, que cumplía una medida de internamiento por delitos cometidos cuando era menor y que además estaba en libertad vigilada, sufrió un paro cardíaco tras sufrir dos episodios violentos y de extremo nerviosismo. La Guardia Civil investiga el caso, aunque todo apunta a que el óbito se produjo por abuso de drogas.
El fallecido, Ramón B. S., vecino de Villaverde, iba a cumplir 19 años el próximo agosto. Un juez de Menores sentenció en su contra por acusaciones de hurto y daños en un coche y le impuso 12 fines de semanas de internamiento en el centro de menores Teresa de Calcuta. El viernes, a las ocho de la tarde, entró para cumplir su tercer fin de semana.
Nada más hacerlo, se dirigió a su habitación y se le dio permiso para cenar y ducharse. Sin embargo, Ramón comenzó a dar muestras de un excesivo nerviosismo. Desde su habitación, por el interfono, comenzó a gritar a los empleados del centro: «¡Que vengáis! ¡Que me estoy poniendo malo!». La ansiedad que sufría en esos momentos era tremenda, hasta el punto que daba puñetazos a la pared.
Cuando los vigilantes acudieron a ver qué le pasaba, los insultó e incluso intentó agredirlos físicamente. El episodio volvió a ocurrir y, cuando la medicación ya estaba solicitada al médico, el chico sufrió un paro cardíaco, indicaron fuentes policiales.
Hasta el Teresa de Calcuta se desplazó el Summa-112, cuyos sanitarios, tras las labores de reanimación, no pudieron más que certificar el óbito. El juez de guardia ordenó el levantamiento del cadáver y, tras entrevistar a los testigos y que se practicara la autopsia, dio su permiso para que el cuerpo fuera incinerado. El magistrado no ha abierto diligencias complementarias.
